jueves, 18 de octubre de 2012

Murallas aterciopeladas mágicas

La Educación a debate

Murallas aterciopeladas mágicas

Ganador del desafío de escritura aubobiográfica, sobre las celebraciones a la muerte en México

Joaquín Martínez Miramontes


Aún tengo impregnado en mí el olor de cempasúchil. Después de muchos años, hoy vuelvo a observar que la luna de finales de octubre sigue brillando igual de imponente a eso de las cuatro o cinco de la mañana. Evoco sentir el frío a esa hora, y las gotas de rocío que terminaban por empapar mis delgadas y lullidas ropas, al pasar por entre los aterciopelados surcos que parecían una alfombra lista para recibir a quienes se espera una vez cada año: los difuntos. Sin embargo, las alfombras de flores rojas y amarillas tenían que ser transportadas a la calle de Guerrero, ¡sí, allí, a un lado de la iglesia de San Francisco!, que era el lugar idóneo donde se vendía hace varias décadas, todo para el día de muertos. Ahí bajo la sombra de los tamarindos, con olor a flores de rosa de muerto, copal y pan, me dedicaba a vender flores todo el día y hasta casi la medianoche, ya que mi padre sembraba varias hectáreas. Mientras pasaban las horas, sin embargo, me daba cuenta que aunque me esforzara y vendiera mucho, aquellas murallas aterciopeladas eran mágicas, ¡siempre se veían igual!, porque durante el día último de octubre y el primero de noviembre se debía cortar toda la flor, por ello, reuníamos tal cantidad de ésta, que al contemplarla la desesperación me hacía querer regalarla,únicamente con el propósito de terminar pronto e irme a casa a descansar.
Ahora que lorecuerdo… no todo era tan malo. Veía apurada a mi madre haciendo pan de muerto, tlascales de dulce, y lo mejor de todo: ¡la ofrenda que ponía mi familia! Sin duda alguna, con las mejores flores de cempasúchil y terciopelo que ninguna otra ofrenda tendría… mucha fruta, atole de arroz, sus velas y el exquisito olor a copal que le daban un misticismo especial, además del agua y la sal, que no podían faltar.
El tiempo transcurrió sin sentirlo, o quizá nunca lo he querido sentir. Cuando menos lo esperé, me encontraba en el país más inspirador de sueños, pero también el mayor ladrón de los mismos, y lo que en un momento de mi vida fue cotidiano e incluso llegué a detestar, lo comencé a extrañar.

¡Trick-or-treat! Escuchaba las voces de los niños vestidos con los más escalofriantes disfraces. Mi tía, siempre queriendo seguir las tradiciones de aquel país, no escatimaba en comprar dulces suficientes para todo aquel que tocara su puerta. Por otra parte, la comunidad hispana de Estados Unidos de Norteamérica, en su lucha por preservar las tradiciones, organizaba algunas exposiciones de ofrendas, que en mi opinión se veían completamente falsas porque no representaban las tradiciones mexicanas, por el contrario, me sentía ofendido al ver que algunas incorporaban elementos de la celebración de Halloween.
Al regresar a mi tierra, ello hizo cambiar mi percepción acerca del “Día de muertos”, comencé a mirar esta celebración como una manera en que convive la familia, y lo digo, porque es una oportunidad para intentar ser panadero, al tratar año con año de hacer las famosas cajitas, y aunque mi madre ya no es tan fuerte como para realizar todo el trabajo, es necesaria para recordarnos la cantidad de los ingredientes, porque como dice la voz popular, “siempre hace falta un viejo en la danza”. Hoy en día, también como docente, considero que nuestras escuelas deben fomentar y preservar esta tradición, sin mezclarla o confundirla con el Halloween. Nuestra celebración es alegría; significa estar juntos y recordar a nuestros muertos, sin sufrimiento. Es reírse y aprender a convivir con la propia muerte.
Recuerden nuestra nueva invitación para escribir sobre el tema, “La Revolución Mexicana. Herencia y significados”, en no más de 600 palabras. Esperamos sus textos hasta el 16 de este mes a la medianoche. Los escritos mejor logrados, serán publicados en este espacio, además de recibir un buen libro como recompensa. Con gusto, recibimos los frutos de su esfuerzo e inspiración, en:
la_educacion_a_debate@live.com.mx

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